70 años cumple la revista Barrabases,
que entretuvo a grandes y chicos, fue un
gran acierto en esos años.
“Era bueno para el dibujo, pero malo para la pelota” dice, el creador de Barrabases, al recordar su infancia.
Nacido, en 1930, y con una facilidad notable con los lápices, Vallejos, comenzó a dibujar, con mayor regularidad, desde los 12 años. En plena Segunda Guerra Mundial, realizó historietas con marinos y buques, que se hundían en batallas interminables, así como hizo algunas tiras de cowboys. “Me la pasaba dibujando. No había televisión, los cines quedaban lejos, y eso me divertía” aclara.
Pero fue, en 1945, que vislumbró la historia que lo haría famoso. Inspirado en los partidos de fútbol de sus compañeros de curso, creó un cómics llamado: Cometas, en que relataba los 90 minutos con una
óptica humorística. “Al final, todos se interesaban más en la revista que en los partidos” recuerda. Esa aceptación fue el antecedente ideal. Mientras trabajaba, como corredor de propiedades, fue moldeando cada uno de los personajes, buscando sus fortalezas y debilidades.
“En eso me demoré como 6 o 7 años” cuenta. Con la idea finalizada, llegó a una imprenta, y editó 10 mil ejemplares, de una revista llamada Barrabases, que apareció tímidamente, por primera vez, el 26 de agosto de 1954. “Se vendieron todos y sin ninguna propaganda” agrega.
Además de Barrabases publicó: El Pingüino, Cosquillas, Viejo Verde, etc.
Cuando Guido fue Presidente de ASODICH (Asociación de Dibujantes de Cómics de Chile), fuí elegido Secretario General de la misma, se mostró muy interesado en apoyar a los dibujantes de cómic. Guido creó un estilo propio que gustó de inmediato. Habitualmente nos reuniamos, con él, en el Hotel Foresta, de su propiedad, o, en mi oficina de la calle Nueva York #55, en Santiago Centro.